Protocolo de medicación.

MEDICACIÓN:

Nunca se administrará ningún medicamento si no está expresamente recomendado y pautado por el médico. Solo se hará en aquellos casos en los que el/la menor deban seguir tratamientos prescritos.

Como se ha dicho, esto solo se hará si los familiares traen una copia de la receta del pediatra donde aparezcan los siguientes datos:

- Nombre de la persona a quien se le ha hecho prescripción médica.
- Fecha.
- Vía por la que debe suministrarse el medicamento.
- Dosis.
- Pauta de administración.
- Duración del tratamiento.

Con esto tendremos la garantía de que no se producirán errores en la administración del medicamento. Pero, en caso de no ser posible, la familia rellenará un papel con la anterior información y detallando que se hace bajo su responsabilidad, además del nombre del pediatra y el diagnóstico.

Pautas para dar medicamentos:

- Supositorio:

Se coloca al menor boca arriba, de esta forma verá la cara de la persona que se lo administra y no se asustará.

Se cogen los dos pies con una mano y se levantan. Con la otra introduciremos suavemente el supositorio. Seguidamente se le cierra el ano para que no lo expulse.

- Gotas en los ojos: 

Se coloca al menor boca arriba y se le abre uno de los ojos con una mano y con la otra se le pondrán las gotas entre parpado y el globo ocular.

- Gotas en el oído:

Se coloca boca arriba y se le gira la cabeza. Mientras se le ponen gotas, se le sujeta la nuca. Mantenemos la posición unos segundos para evitar que las gotas se salgan.

- Suero en la nariz:

Se debe inmovilizar las manos para que no manotee y rápidamente poner unas gotas en cada orifico nasal.

- Jarabes:

Se recomienda administrarlos con una jeringa o con un cuenta gotas.

Se incorpora al niño/a y se le deposita en la parte lateral de la boca, para evitar así que se atragante.

No se debe hacer nunca mientras llora.

A los más grandes procuraremos explicarles lo que se les va a dar y proceder en a la administración de la manera más adecuada. Esto depender mucho de la situación, es decir, si esta tranquilo, si colabora, si es muy movido, ...

Intervención en situaciones de especial dificultad:

Es muy probable que en nuestras aulas se encuentren niños/as que presenten enfermedades, trastornos o limitaciones que hacen necesaria una atención personalizada. En cuanto a enfermedades crónicas como la diabetes que necesita algún tratamiento o seguimiento, es necesario que los/as educadores/as tengan conocimiento de la enfermedad o trastorno.

La información requerida más imprescindible será:

1. Síntomas que pueden presentarse y lo que se debe hacer si aparecen.
2. Situaciones en la que se debe solicitar asistencia sanitaria o avisar a la familia.
3. Los medicamentos que hay que administrar, las dosis y frecuencia, la vía y la autorización de la familia donde asume la responsabilidad.
4. Si el/la menor tiene alguna limitación a la hora de las cosas que puede o no hacer, la dieta que tiene que seguir, etc.